El etiquetado internacional es complejo. La legislación y regulación de las etiquetas es diferente en cada continente, en cada país e incluso en cada región. Traducir correctamente la información del producto es esencial, pero no sencillo. Una etiqueta no se puede traducir literalmente así como así, se requieren unos conocimientos profundos. Por eso, LabelChecks.com trabaja con hablantes nativos que tienen experiencia en materia de alimentación y legislación.
Aunque en el país al que va a exportar su producto se hable el mismo idioma, las traducciones hechas por personas sin conocimientos profundos suponen un mayor riesgo de retirada del producto y de que su imagen salga perjudicada. Por ejemplo, supongamos que ya esté exportando a Gran Bretaña y quiera ampliar sus operaciones a Estados Unidos. O a los Países Bajos, y quiera incluir también Bélgica. En tal caso, una traducción correcta de la información del producto y una revisión del diseño del envase son condiciones imprescindibles para el éxito.